La necesidad por tener un estado de
equilibrio mental es bastante grande. Antes de embarcarte en nuestra pequeña
aventura, tendrás que poner orden en tu actual vida. Por ahora, no
se necesita una remodelación de las estructuras de tu “edificio”, sino más
bien, una pequeña limpieza por lo alto.
Necesitamos que tu estado de ánimo sea positivo en la
mayor parte del tiempo, sea de cada hora, día, mes… No ayudarás a tu cuerpo si
llegas del trabajo decaído, si te afectan demasiado los contratiempos o viviendo
con desgana sea por el motivo que sea. Hay que encontrar el lado positivo de
las cosas, eliminar las pequeñas molestias y encontrar todo lo que debe
aparecer en tu camino. Claro que es una tarea difícil, pero no queda otra.
Reeduca tu carácter y tu conducta como parte de tu aprendizaje. Escribe qué
ética moral es la adecuada para mantener un equilibrio emocional y mental.
¿Crees que elevar el tono de voz a las personas mejorará positivamente el
balance mencionado? ¿Piensas que si no haces donaciones a las ONG´s te
mantendrá en vela por las noches? Reflexiona, necesitas estar en paz con los demás y contigo mismo, crea
un equilibrio.
Dentro del equilibrio, la toma de decisiones es vital para
nuestro cuerpo. Sin ir muy lejos, el leer estas líneas ha sido una medida que
repercutirá en tu cuerpo. Ten en cuenta las decisiones que tomas, puesto que buscamos
estabilidad, y dejar de fumar puede ser tan buena decisión, como mala si
dejamos la actividad física en vacaciones. Ten en cuenta que las decisiones que
tomes podrán tener repercusión en los buenos y malos hábitos. ¿Necesitas saber cuáles
son buenos y cuales son malos? Si es así, hay mucho trabajo por realizar.
Existe una fuerza muy potente en el
ser humano. La hemos denominado hasta día de hoy la fuerza de voluntad. Más adelante, encontrarás información sobre ésta,
pero para iniciar un poco el tema, debemos concentrarnos en un trabajo para la
mejora de la fuerza de voluntad. Busca motivación en cada tarea, indaga el
premio final a la realización de tareas y/u otórgate una medalla cada vez que
consigas ganar a la pereza. Hay métodos muy eficaces para ayudarte con tu
voluntad a la hora de realizar tareas. Crea un horario y provoca unas rutinas.
Será el primer paso para trabajar esta fuerza. Se constante con ese horario,
pues el ser humano funciona por automatismos. ¿Acaso no te han enseñado a
comer, a ducharte o a dormir a unas determinadas horas y lo hemos tomado como
aceptable?
Por último y no menos importante,
tenemos que hablar sobre el entorno,
el ambiente y lo que nos rodea. La ciudad, las personas o el trabajo nos
influyen. Y sea cual sea la perspectiva, intencionada o no, todo acaba en tu
mente. ¿Acaso no intentamos influirte con este relato? Obviando la parte
mental, nuestro cuerpo también experimenta cambios simbólicos según lo que nos
rodea. ¿Crees que tendrías la misma salud en Europa que en América? ¿Y viviendo
en el norte de España en lugar del sur? Aunque es complicado mantener orden a
nuestro alrededor, con respecto al cuerpo siempre aconsejamos darle vida y
alegría. Un clima soleado, con diferentes posibilidades de mares, montañas,
ríos o valles. Tu cuerpo también quiere experiencias. Proporciónaselas.
En definitiva, el equilibrio mental
es verdaderamente importante a la hora de aceptar modificaciones en nuestra
forma de vida. Debes mantenerte firme, asimilando que los cambios que tendrás que realizar son locuras para la gran mayoría
de la sociedad. Conocerás a personas que no entienden por qué vas al trabajo en
bicicleta, indicando, entre otros argumentos, que es una pérdida de tiempo, que
es más cómodo ir sentado en el coche o que es peligroso. A veces tendrán razón,
pero seamos consecuentes. Por esta regla de tres, estar tumbados en el sofá
diariamente es mejor que dar un paseo, puesto que es más cómodo y seguro. ¿Qué
es lo mejor? Disfrutar de actividades y vivencias que puedas recordar durante
años, sentirte completamente sano, sin enfermedades, debilidades o malestares.
Si aun así no logras razonar sobre lo mejor, te propongo el siguiente paradigma.
Si te quedarán un par de días de vida, ¿qué harías? ¿Quedarte sentado en el
sofá?