Es el formato primerizo de nuestro
microciclo particular, en el que ponemos el foco en aprender a ejecutar de manera correcta los ejercicios propuestos, a
costa de ser el tipo de sesión que menos fatiga muscular produce en el cuerpo,
en términos generales. También se podría pensar que este tipo de sesión, a la
larga, carece de sentido una vez alguien domina toda clase de ejercicios y sus
variantes. Realmente es todo lo contrario, ya que en esta sesión, se puede
elaborar el movimiento sin agentes externos que puedan interferir en su
perfecta ejecución. En esta sesión no existe tiempo, y eso otorga la
posibilidad de controlar el movimiento de principio a fin.
Las sufridas explicaciones al inicio
de este tipo de sesión tienen como objetivo, aparte de dar a entender el
proceso de realización del ejercicio, focalizar en diferentes aspectos para que
durante su ejecución se preste mayor atención. Os relatarán las variantes y progresiones de cada movimiento y os
dictaran una guía para saber cómo proceder ante tal elenco y variado número de
ejercicios. Las recomendaciones para ello siempre han ido hacia el ensayo y
error. Probar e intentar el movimiento propuesto, con cierta tranquilidad y
sobretodo, coherencia de que en cierto modo, se tiene algo de nivel para ello.
Si no es posible, siempre puedes pasar a un nivel más básico del ejercicio,
pero… ¿y si puedes aunque solo sea una repetición? El estimulo pierde su
capacidad intimidatoria mientras, tu como sujeto victorioso, aumentas tu
autoconcepto y estima, aparte de la mejora sustancial que pueda producir el
movimiento en contraposición al principal. Todo serían ventajas, pero recuerda:
¿Tienes esa innegable coherencia con respecto al nivel que exige tal
movimiento? Y con esto nos referimos a poder hacer ciertos movimientos como la
vuelta del gato, en los que necesitamos estar agarrados de la barra por unos
segundos. La coherencia en este caso, iría relacionada al tiempo que somos
capaces de permanecer colgados para no dar con los morros en el suelo. Bonita
imagen entonces.
Hay que tener en cuenta que, al ser
una sesión más liviana en términos generales, debemos intentar dar un poco mas
de nosotros mismos, siempre y cuando, hablemos de intensidad. Es el momento de
probar el peso que creemos que no podemos con él, de ejecutar la variante
centrándonos en la gestión del cuerpo, de comprobar si se es capaz de trabajar
de diferentes maneras. En resumen, es el momento de las probaturas y de
desplegar toda nuestra curiosidad. Ya llegarán los circuitos o la fase final
para realizar el mayor número de veces cada ejercicio, a sabiendas de qué eres
capaz y de que no. Dando gracias a lo que se hizo en el reconocimiento previo,
cuando tocó en su momento de la instrucción pertinente. Y es que al final, como suele acostumbrar, la curiosidad es quien quiere que salgas
beneficiado de todo lo que tropieza en tu camino.